Paco Ibáñez
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José A. GoytisoloNo sirves para nada |
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No sirves para nada
Cuando yo era pequeño
estaba siempre triste
y mi padre decía
mirándome y moviendo
la cabeza: hijo mío
no sirves para nada.
Después me fui a la escuela
con pan y con adioses
pero me acompañaba
la tristeza. El maestro
graznó: pequeño niño
no sirves para nada.
Vino luego la guerra
la muerte -yo la vi-
y cuando hubo pasado
y todos la olvidaron
yo triste seguí oyendo
no sirves para nada.
De tristeza en tristeza
caí por los peldaños
de la vida. Y un día
la muchacha que amo
me dijo -y era alegre-
no sirves para nada.
Ahora vivo con ella
voy limpio y bien peinado.
Tenemos una niña
a la que siempre digo
-también con alegría-, hija mía
no sirves para nada.
Escucha, abandonada
Envuelta por el aire
de la mañana en fiesta
entre risas y músicas,
campanas y alegría,
olvídate del hombre
que hasta ayer te dolía
como una desventura:
canta, ríe, juega,
apuesta a no acertar,
para así acostumbrarte
a ese sabor amargo
que se llama tristeza,
y que aparece siempre
cuando el amor se va.
El aire de los chopos
El aire de los chopos
y vuelvo a recordar.
En un día de marzo
te fuiste. Nada más.
Luego días de ira
dolor y adversidad.
Y en medio de la noche
tu estrella. Nada más.
Por su fulgor perenne
contra la eternidad
te ofrezco unas palabras
de amor. Y nada más.
El lobito bueno
Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez
cuando yo soñaba
un mundo al revés.
Me lo decía mi abuelito
Me lo decía mi abuelito,
me lo decía mi papá,
me lo dijeron muchas veces
y lo olvidaba muchas más.
Trabaja niño no te pienses
que sin dinero vivirás.
Junta el esfuerzo y el ahorro
ábrete paso ya verás,
como la vida te depara
buenos momentos. Te alzarás
sobre los pobres y mezquinos
que no han sabido descollar.
Me lo decía mi abuelito,
me lo decía mi papá,
me lo dijeron muchas veces
y lo olvidaba muchas más.
La vida es lucha despiadada
nadie te ayuda, así no más,
y si tú solo no adelantas,
te irán dejando atrás, atrás.
¡Anda muchacho y dale duro!
La tierra toda, el sol y el mar,
son para aquellos que han sabido,
sentarse sobre los demás.
Me lo decía mi abuelito,
me lo decía mi papá,
me lo dijeron muchas veces
y lo he olvidado siempre más.
A ti te ocurre algo
yo entiendo de esas cosas
hablas a cada rato
de gente ya olvidada
de calles lejanísimas
de huelgas de tranvías
cantas horriblemente
no dejas de beber
y al poco estás peleando
por cualquier tontería
yo que tú ya arrancaba
a que me viera un médico
pues si no un día de estos
en un lugar absurdo
o entre las frías sábanas
de una cama que odias
te pondrás a pensar
porque sin darte cuenta
te irás sintiendo solo
igual que un perro viejo
sin dueño y sin collar.
Por mi mala cabeza
Por mi mala cabeza
yo me puse a escribir.
Otro por mucho menos
se hace guardia civil.
Por mi mala cabeza
creí en la libertad.
Otro respira incienso
las fiestas de guardar.
Por mi mala cabeza
contra el muro topé.
Otro levantó el muro
con los cuernos tal vez.
Por mi mala cabeza
sólo digo verdad.
Por mi mala cabeza
me descabezarán.
Yo amaba aquella casa
Yo amaba aquella casa
sin aires de desgracia.
Era como mi alegre
posesión transparente.
Como la flor blanquísima
que en los jarales brilla.
Tal vez yo por entonces
desdeñara a los dioses.
Pues ni ellos habitaban
en regiones tan claras.
Y así como un castigo
perdí lo que era mío.
Un fuego despiadado
prendió en aquellos campos.
Después no quedó nada.
Ni la flor de la jara.
Nana de la adúltera
No subas mi vida
no vengas ahora
que está en casa el padre
del niño que llora.
Ahora no
ahora no
ahora no amor mío
ahora no.
Ya se fue el papón
ya puedes subir
mi niño se duerme
y yo estoy por ti.
Ahora sí
ahora sí
ahora sí amor mío
ahora sí.
Palabras para Julia
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable,
interminable.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido,
no haber nacido.
Pero tú siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti, pensando en ti
como ahora pienso.
La vida es bella ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos tendrás amor,
tendrás amigos.
Un hombre solo una mujer
así tomados de uno en uno
son como polvo no son nada,
no son nada.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti, pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino nunca digas
no puedo más y aquí me quedo,
y aquí me quedo.
La vida es bella ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos tendrás amor,
tendrás amigos.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti, pensando en ti
como ahora pienso.
El show
Desde lo más lejano y más oscuro
de las edades ha llegado
el show
luciendo el arco iris de sus telas
moviéndose bonito
por favor
Subió las escaleras de la vida
con sombrero y zapatos
de charol
al ritmo entrecortado de una danza
de fuego y de metales
corazón
corazón loco que se fué bajando
por el río hasta Menfis
qué calor
que se metió después en Babilonia
y alborotó la Historia
como un dios.
¡Ay muchacha muchacha que no bailas!
Ni un sólo pueblo sin bailar
quedó
pues los griegos sacaron sus guirnaldas
sus aceites y velos
para el show
y en Roma las matronas más honestas
perdieron el recato
se acabó
se acabó el mejor vino en Tarragona
y también en las Galias
el horror.
Y el show con sus mil vidrios de colores
por el Imperio bajo
resbaló
volvió a tensar en África sus cuerdas
cambió la piel gastada
del tambor
escondió en la bolsita algún remedio
para alejar los males
de su voz
y atravesando el mar como un esclavo
se arrancó los grilletes
y danzó.
Ya en el Caribe se oyen sus compases
blancos y negros vibran
con el son
el show se ha vuelto pura fantasía
de saxos y guitarras
y bongós
te picó
te picó el alacrán que a todas pica
sean chicas o grandes
¡ay doctor!
en las casa abrieron los portales
hasta los ciegos quieren ver
el show.
Esto es algo increíble caballeros
algo tremendo
una revolución:
las mujeres se han puesto de repente
todos los hierros por lucir
mejor
mientras rasga la noche una trompeta
y en el pecho y los vasos
canta el ron...
¡Ay muchacha muchacha ven al baile!
Claro que hay sitio para ti
mi amor
el show viene de lejos y va lejos
no se termina nunca
la función
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