Doña Rosita la soltera |
chansons |
Granada, calle de Elvira
Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.
Una vestida de verde,
otra de malva, y la otra,
un corselete escocés
con cintas hasta la cola.
Las que van delante, garzas
la que va detrás, paloma,
abren por las alamedas
muselinas misteriosas.
¡Ay qué oscura está la Alhambra!
¿Adónde irán las manolas
mientras sufren en la umbría
el surtidor y la rosa?
¿Qué galanes las esperan?
¿Bajo qué mirto reposan?
¿Qué manos roban perfumes
a sus dos flores redondas?
Nadie va con ellas, nadie;
dos garzas y una paloma.
Pero en el mundo hay galanes
que se tapan con las hojas.
La catedral ha dejado
bronces que la brisa toma;
El Genil duerme a sus bueyes
y el Dauro a sus mariposas.
La noche viene cargada
con sus colinas de sombra;
una enseña los zapatos
entre volantes de blonda;
la mayor abre sus ojos
y la menor los entorna.
¿Quién serán aquellas tres
de alto pecho y larga cola?
¿Por qué agitan los pañuelos?
¿A dónde irán a estas horas?
Granada, calle de Elvira,
dónde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.
Cuando se abre en la mañana,
roja como sangre está.
El rocío no la toca
porque se teme quemar.
Abierta en el medio dia
es dura como el coral.
El sol se asoma a los vidrios
para verla relumbrar.
Cuando en las ramas empiezan
los pájaros a cantar
y se desmaya la tarde
en las violetas del mar,
se pone blanca, con blanco
de una mejilla de sal.
Y cuando toca la noche
blando cuerno de metal
y las estrellas avanzan
mientras los aires se van,
en la raya de lo oscuro,
se comienza a deshojar.
Madre llévame a los campos
Madre, llévame a los campos
con la luz de la mañana
a ver abrirse las flores
cuando se mecen las ramas.
Mil flores dicen mil cosas
para mil enamoradas,
y la fuente está contando
lo que el ruiseñor se calla.
Abierta estaba la rosa
con la luz de la mañana,
tan roja de sangre tierna,
que el rocío se alejaba,
tan caliente sobre el tallo,
que la brisa se quemaba,
Tan alta cómo reluce
Abierta, abierta estaba
Sólo en ti pongo mis ojos
el heliotropo expresaba
no te querré mientras viva,
dice la flor de la albahaca.
Soy tímida, la violeta.
Soy fría, la rosa blanca.
Dice el jazmín, seré fiel,
y el clavel, apasionada
El jacinto es la amargura,
el dolor, la pasionaria,
el jaramago el desprecio
y los lirios, la esperanza.
Dice el nardo, soy tu amigo,
creo en ti la pasionaria.
La madreselva te mece,
la siempreviva te mata.
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